segunda-feira, 27 de junho de 2016

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro


Perpe
Hoy celebramos la festividad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Se trata de una de las devociones marianas más extendidas por todo el orbe. No me voy a detener en la historia del Icono porque para eso os dejo aquí un video que la explica con claridad.
Conmemoramos su fiesta y se cierra el Año Jubilar que concedió el Papa Francisco con motivo del 150 aniversario del restablecimiento de su culto público. El Papa Pío IX se lo entregó a la Congregación del Santísimo Redentor con el siguiente mandato: “Dadla a conocer por todo el mundo”. Se ha convertido con el paso de los años y gracias a la labor abnegada y entusiasta de los misioneros Redentoristas, religiosos y laicos, en un Icono eminentemente misionero que ha llegado a los lugares más alejados; su fe robusta en las manos de María. La imagen de Nuestra Señora en esta advocación permanece como Perpetuo Socorro para todos. Un Icono de Amor a cuyo amparo se han acogido y acogen millones de fieles en todos los idiomas imaginables, para dejar en sus manos congojas, enfermedades, preocupaciones, miedos… para tantos y tantos abandonados son las manos de la Virgen el único atisbo de Esperanza al que asirse. Los consuelos recibidos, los favores atribuidos a su intercesión son innumerables. El Niño, asustado ante el anuncio de la Pasión, se agarra con fuerza y seguridad, con sus manitas a la mano de su Madre; la Madre lo sostiene amorosa en su regazo. Todos somos como el Niño cuando con confianza acudimos a ella y, como al Niño, a todos nos acoge amorosa.
Hoy quiero resaltar en este lugar que habito, la labor que se ha realizado a lo largo de este Año Jubilar en las redes sociales: Facebook, Twitter, Youtube… todas han propagado también en este continente el Perpetuo Socorro de María. Desde la extraordinaria misión por Irlanda, de Catedral en Catedral, de asilo en asilo, de colegio en colegio, de iglesia en iglesia llevando el Icono en persona y mostrándolo a diario en las redes, a las multitudinarias novenas por Filipinas, las actividades en Latinoamérica, Canadá, Albania, Costa de Marfil, Australia… no sigo enumerando rincones porque no acabaría, pero casi cada una de ellas ha sido mostrada a diario en las redes. Se han organizado peregrinaciones a prácticamente todos los Santuarios Marianos Redentoristas para obtener la indulgencia plenaria, especialmente a la iglesia de San Alfonso en Roma donde se conserva el Icono original. Hoy las procesiones con el Icono se desarrollarán por todo el mundo; las habrá más solemnes o más sencillas, pero el amor de los fieles será el mismo en todas. En el Santuario del Perpetuo Socorro de Madrid, donde se encuentra la Casa Provincial Redentorista de España, presidirá la misa solemne a las 20:00h el Arzobispo D. Carlos Osoro y, como cada año, el SAMUR sacará el paso de su Patrona por las calles de Chamberí. Es solamente un ejemplo, pero es hermosísimo contemplar cómo enfermos, ancianos y personas impedidas se acercan a ventanas y balcones; es impresionante ver cómo, al paso de bares y terrazas la gente sale a su encuentro con respeto. Que sea este también un balcón para quien no la tenga cerca; quiero acercarla a todos los que comparten conmigo este mundo y darla a conocer a quienes no han oído hablar de Ella. Aunque es Ella quien sale a nuestro encuentro…
En las redes hemos compartido, estado en contacto, expandido su devoción, encontrado consuelo. "Darla a conocer…" Las redes nos han puesto a orar ante el Icono. Las redes pueden ser las manos de María, los ojos de María, el Socorro de María; Amor. Hoy, en este lugar por el que también camino, quiero encomendar a todos mis hermanos de iMisión, a todos los iMisioneros, a todos los internautas, al Icono de Amor; con la mirada siempre en Cristo, en quien la Redención es abundante.

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ruega por nosotros.
Madre del Amor, ven en nuestro socorro.

Oh Madre de misericordia… que otros soliciten de ti lo que mejor les parezca: salud del cuerpo, riquezas y otros bienes de la tierra; Señora, yo vengo a pedirte lo que deseas ver en mí:
Tú que fuiste tan humilde, concédeme la humildad…
Tú que fuiste tan sufrida en las penas de la vida: concédeme la paciencia en las contrariedades.
Tú, tan llena de amor a Dios: concédeme su santo y puro amor.
Tú, todo caridad para con el prójimo: concédeme caridad  para con todos, sobre todo hacia los que me son adversos.
Tú, del todo unida a la voluntad de Dios: concédeme total conformidad con lo que Dios dispone de mí.
En una palabra, Tú, la más santa entre las criaturas oh María, hazme santo”. (San Alfonso Mª de Ligorio)

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