Muchos ignoran, porque no
se han parado a pensar siquiera en el nombre de esta fiesta, que su origen es
precisamente
"inocentes", no por tontos, sino por débiles,
desprotegidos, vulnerables. Son los niños que asesinó cruelmente Herodes con
la intención de acabar con Jesús. Inocentes por tanto los pequeños, también
sus familias que vieron cómo en la noche los soldados les arrebataban estas
nuevas vidas.
A esos gobernantes
que andan peleando por convertir en "laicas" algunas fiestas muy,
muy cristianas, y que van de defensores de la solidaridad y la justicia, les
animaría a mirar mejor el sentido de este día. Si quieren hacer algo bueno
cambiando tradiciones, aquí tienen una brillante oportunidad para hacerlo.
Pero contra el opio del pueblo, contra el pan y circo, pocos se atreven.
Mirad este día.
Lamentablemente, hacemos broma de todo y jugamos
con todo. Este humor nada tiene de sano cuando usa la
memoria, para destruirla y velarla, de la barbarie. Es como si socialmente no
se quisiera reconocer públicamente la existencia del agredido, de la víctima,
y se jugase con ella de forma impía. En lugar de hacer memoria, dolorosa
memoria de semejante atrocidad, volvemos la espalda a quienes fueron
asesinados.
Por si fuera poco, esta fiesta no es ajena en sus
raíces a nuestro mundo en nuestro presente. Los datos sobre
niños víctimas del hambre -que es una cara más del egoísmo y la
insolidaridad- son escandalosos y rebajan a Herodes de rey a simple peón. Los
niños que viven sin padres, huérfanos de facto vagando por las calles de
numerosas ciudades y condenados a luchar tempranamente por sí mismos, son
imagen a la que nos "vamos haciendo". Encajamos igualmente en
sociedades modernas fenómenos como "la depresión infantil", o niños
y jóvenes acomplejados con su cuerpo, cargando duros complejos, sufriendo la
mala educación de su entorno, socialmente aislados, marginados, cuando no
agredidos en sus entornos más cercanos. La pederastia, prostitución infantil,
trabajo infantil van de la mano con la esclavitud, que conocemos y de la que
hay cifras incluso porque parece preocupar, sin que seamos capaces de poner
ningún remedio eficaz. Que estén sin escuela, que para mí es casi-sagrada, me
parece que es un ligero mal en medio de un mundo que alaba la infancia sin
saber cuidar de ella, que permite que se le escape de sus manos. Y una larga
lista de maltratos, de dignidad robada, de amor negado, de heridas profundas,
de indiferencias...
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SALVE DEUS! FAÇAM O FAVOR DE SEREM FELIZES. COMAM E BEBAM; A MESA ESTÁ POSTA! SALVE DEUS
segunda-feira, 28 de dezembro de 2015
Santos inocentes, que no son de broma
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