segunda-feira, 12 de setembro de 2016

Cómo llegar a los jóvenes


 a través de internet


Aunque la pregunta es buena, y muchos se la hacen, la respuesta es relativamente complicada. En primer lugar, diría que son más receptivos a escuchar determinados mensajes que a otros. En segundo lugar, no siempre las intenciones son igualmente limpias, se revista de felicidad o libertad o de lo que se quiera. Y los jóvenes, que son jóvenes por definición, se dejarán llevar más por unas que por otras, igual que les ocurre a los adultos que tanto se quejan de estos muchachos veleta.
Pero puestos a reflexionar sobre el asunto diría lo siguiente:
1.    Buscan referencias cercanas, de personas con vidas atractivas. La gran cuestión entonces es quién y de qué modo está dispuesto a llegar a ellos. Como siempre y como todos. Pero vida atractiva no significa lo mismo a los 15 que a los 40 años, aunque compartan algunas características. Los millenians se afanan en encontrar referentes de pasión, de intensidad, de "autenticidad", que cumplan sus cánones, y les haga reír, es decir que tenga humor.

2.    Más vídeos que imágenes. La época de los Powerpoints de frases y paisajes, que nunca leí y siempre tiraba a la basura, ha evolucionado hacia otras formas igualmente pobres. Lo que los jóvenes buscan son vídeos, movimiento, gente que mire a la cámara y hable como si les hablase solo a ellos, sin discursos preparados al modo como otros preparan sus discursos. Aunque el escenario sea de lo más cotidiano, una habitación similar a la suya reflejo del lugar en el que están horas y horas cada día.

3.  Sentirse parte, pertenecer. La pertenencia social se adquiere de muchas maneras, que los psicólogos pueden explicar. Pero un modo particularmente importante es ver lo mismo y hablar de ello. Incluso ser de los primeros en verlo para contárselo a los demás compañeros. Así pueden decir que son de una generación común. Luego que muchos lo vean será siempre algo a tener en cuenta. De vez en cuando se comparte algo original de carácter marginal, siendo la excepción de la regla anterior. Lo importante por tanto es hablar a un grupo amplio y concreto de personas, que en el fondo están buscando o quieren escuchar algo. Olvidar esto y no discriminar, es un gran error.

4.    Quieren respuestas, sin moldes. Eso es lo que hacen precisamente los YouTubers más famosos, esos que ven una y otra vez, y que se han convertido en "solución para sus conflictos" (el entrecomillado es mío). Si alguna vez te has pasado por algún canal de los que ven, descubrirás que responden a preguntas de los seguidores, no los dejan al margen, y de este modo escuchan a una generación entera. Pero sus respuestas rompen moldes, no se ajustan a la prudencia que cabe esperar en un adulto ni a la distancia razonable que adopta un educador. Se implican y hablan en primera persona, casi como si lo estuvieran viviendo, se indignan o se alegran, se pringan... Lo aséptico no cala en ellos, no son una generación racional.

Ellos escogen
o al menos eso piensan. Sus redes son "cerradas" y cada vez más han aprendido a seleccionar seguidores, o al menos lo intentan. Hablan para su gente, se comunican con su gente, se dejan ver por su gente. Tienden a seleccionar, aunque se equivoquen en su restricción y apertura. Por eso el whatsapp es uno de sus rincones preferidos, por eso ha calado tanto el chat de Snapchat, por eso el continuo diálogo que establecen a través de la historia de Instagram... Pertenecer a sus redes, con un contenido adulto y serio, es un privilegio. Entablar diálogo sobre sus preocupaciones más cotidianas es un don que ellos hacen a quien quieren, y en el que no permiten que cualquiera pueda estar juzgándolos sin comprenderlos. Aunque huelga decir que un adolescente es siempre alguien que se siente incomprendido, de ahí el especial esfuerzo que hay que hacer en silenciarse a sí mismo y dar cabida al otro.

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