quarta-feira, 9 de março de 2016

Evangelizar en la Red ¿una vocación exclusiva de algunos?

evangelizar en la red
Si eres de los que siente como propia la vocación a la evangelización digital, tal vez tus amigos o conocidos te han tildado algunas veces de “fanático” por compartir contenido religioso en tus redes sociales. O quizás eres de los que siente que evangelizar en Internet es una tarea que no todos los católicos deben asumir como propia y que, por ello, es una vocación exclusiva de algunos. En este post, querido lector, quisiera darte dos claves para reflexionar sobre la misión evangelizadora de los seguidores de Cristo y que, espero, te motiven a compartir el Evangelio también en la Red.
1.    ¿Se puede no comunicar lo que se ama?: Cuando uno está muy enamorado de una persona, siente inevitablemente el deseo de compartir con otros ese amor. Así también, cuando recibimos una buena noticia, de inmediato nos surge el deseo de dar a conocer al mundo esa gran noticia que nos hace saltar de felicidad. Lo mismo debería pasarnos con la experiencia cotidiana del amor de Dios. Quien se siente verdaderamente amado por Él y ha experimentado la fuerza transformadora de su amor no puede quedarse estático ni callar esa experiencia. Es ese amor de Dios que experimentas en tu día a día el que debiera impulsarte a compartir esa Buena Noticia con los demás, ya sea en el mundo físico o en el mundo digital. Y así como compartes en tu muro de Facebook el triunfo de tu equipo de fútbol favorito, ¿por qué no también dar espacio en tus redes sociales a lo que llena tu vida de alegría y esperanza?
2.    Evangelizar es una misión que todos hemos recibido: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio” (Mc 16, 15). Son palabras que Jesús dijo a los apóstoles luego de la Resurrección. Ellos estaban algo incrédulos ante los testimonios de quienes lo habían visto resucitado. Les costaba creer que su Señor había vencido a la muerte luego de haber sido colgado en una cruz, muriendo de la peor forma que ellos podrían haber imaginado. A partir de este llamado, los apóstoles salen a predicar por todas partes, siempre guiados y acompañados por el Señor. Esta misión también la hemos recibido los cristianos en el bautismo. Es una misión que muchas veces olvidamos o dejamos como responsabilidad exclusiva de los sacerdotes, religiosos y religiosas que consagran sus vidas a Dios. Pensamos que son solo ellos los que deben predicar el Evangelio: los laicos, por lo tanto, quedarían liberados de esta responsabilidad. Sin embargo, el compromiso de anunciar y compartir la Buena Nueva en el mundo es algo que todos los cristianos debiéramos asumir en los diversos ambientes en que nos movamos. Es por ello que el mundo digital también puede ser un espacio de evangelización donde los cristianos demos a conocer las maravillas que Dios ha hecho en nuestras vidas.

Evangelizar es la consecuencia del amor que Cristo nos regala cada día. Quien se siente amado por Dios siente inevitablemente el deseo de compartir con otros ese amor. Por ello es que comunicar la alegría que nos da el Evangelio es una misión que todos los cristianos debemos asumir. Espero, querido lector, que sea la conciencia de ese amor la que te mueva a asumir la misión de evangelizar, tanto en el mundo físico como en el mundo digital.

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