Si eres de los que siente como propia la vocación a la
evangelización digital, tal vez tus amigos o conocidos te han tildado algunas
veces de “fanático” por compartir contenido religioso en tus redes sociales.
O quizás eres de los que siente que evangelizar en Internet es una tarea que
no todos los católicos deben asumir como propia y que, por ello, es una
vocación exclusiva de algunos. En este post, querido lector, quisiera darte
dos claves para reflexionar sobre la misión evangelizadora de los seguidores
de Cristo y que, espero, te motiven a compartir el Evangelio también en la
Red.
1.
¿Se puede no comunicar lo que se ama?: Cuando uno está muy enamorado de una
persona, siente inevitablemente el deseo de compartir con otros ese amor. Así
también, cuando recibimos una buena noticia, de inmediato nos surge el deseo
de dar a conocer al mundo esa gran noticia que nos hace saltar de felicidad.
Lo mismo debería pasarnos con la experiencia cotidiana del amor de Dios. Quien se siente verdaderamente
amado por Él y ha experimentado la fuerza transformadora de su amor no puede
quedarse estático ni callar esa experiencia. Es ese amor de
Dios que experimentas en tu día a día el que debiera impulsarte a compartir
esa Buena Noticia con los demás, ya sea en el mundo físico o en el mundo
digital. Y así como compartes en tu muro de Facebook el triunfo de tu equipo
de fútbol favorito, ¿por
qué no también dar espacio en tus redes sociales a lo que llena tu vida de
alegría y esperanza?
2.
Evangelizar es una misión que todos hemos recibido: “Id al mundo entero y proclamad el
Evangelio” (Mc 16, 15). Son
palabras que Jesús dijo a los apóstoles luego de la Resurrección. Ellos
estaban algo incrédulos ante los testimonios de quienes lo habían visto
resucitado. Les costaba creer que su Señor había vencido a la muerte luego de
haber sido colgado en una cruz, muriendo de la peor forma que ellos podrían
haber imaginado. A partir de este llamado, los apóstoles salen a predicar por
todas partes, siempre guiados y acompañados por el Señor. Esta misión también la hemos
recibido los cristianos en el bautismo. Es una misión que
muchas veces olvidamos o dejamos como responsabilidad exclusiva de los
sacerdotes, religiosos y religiosas que consagran sus vidas a Dios. Pensamos
que son solo ellos los que deben predicar el Evangelio: los laicos, por lo
tanto, quedarían liberados de esta responsabilidad. Sin embargo, el compromiso de anunciar y
compartir la Buena Nueva en el mundo es algo que todos los cristianos
debiéramos asumir en los diversos ambientes en que nos movamos.
Es por ello que el mundo digital también puede ser un espacio de
evangelización donde los cristianos demos a conocer las maravillas que Dios
ha hecho en nuestras vidas.
Evangelizar es la consecuencia del amor que Cristo nos regala
cada día. Quien se
siente amado por Dios siente inevitablemente el deseo de compartir con otros
ese amor. Por ello es que comunicar la alegría que nos da el
Evangelio es una misión que todos los cristianos debemos asumir. Espero,
querido lector, que sea la conciencia de ese amor la que te mueva a asumir la
misión de evangelizar, tanto en el mundo físico como en el mundo digital.
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SALVE DEUS! FAÇAM O FAVOR DE SEREM FELIZES. COMAM E BEBAM; A MESA ESTÁ POSTA! SALVE DEUS
quarta-feira, 9 de março de 2016
Evangelizar en la Red ¿una vocación exclusiva de algunos?
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