terça-feira, 15 de dezembro de 2015

3 formas de hacer oración con las redes sociales



Internet muchas veces es vista como una herramienta que tiene más elementos negativos que positivos. Tal vez tú mismo, querido iMisionero, has debido enfrentar críticas de quienes no están muy habituados al uso de Internet: cuántas veces, quizás, te han dicho que la Red te aleja de la realidad, que es una distracción o, incluso, que es un lugar donde no se puede encontrar a Dios. En este post (mi primer post en el iBlog de iMisión) te presentaré 3 formas de hacer oración con las redes sociales y que te ayudarán a hacer de Internet un aporte para tu vida de fe. También, espero, te ayude a descubrir más elementos positivos del mundo digital y que te servirán como evidencias para quienes están algo miedosos con Internet y, así, descubran lo positivo que hay en ella.

1.    Reza por tus amigos y followers: Internet es como una plaza pública donde caminan personas en distintas direcciones. Algunos van con prisa, otros esperan a alguien. En esta plaza, en la Red, quizás no cruces palabras con todas las personas que transitan por ahí, pero, aún así, puedes hacer mucho por ellas ¿Has oído hablar de la oración de intercesión? El Catecismo de la Iglesia Católica lo define como aquello que es “propio de un corazón conforme a la misericordia de Dios.” Rezar por quienes te leen y entran en contacto contigo es una forma de hacerte cercano a ellos, de decirle a Dios “Señor, ellos son tus amados, ayúdalos, acompáñalos”. Cuántas personas rondan por las calles del Continente Digital buscando alguien que los escuche, que les dé una palabra de aliento, que los haga sentirse amados. En este Jubileo de la Misericordia puedes plantearte como propósito rogar a Dios por quienes forman parte de tu comunidad en las redes sociales. De esta manera estarás viviendo el hacerse prójimo en el mundo digital.
2.    Da gracias por lo que experimentas en la Red: En el mundo digital no todo es negativo. En las redes sociales es posible encontrar personas que, a pesar de la distancia, pueden convertirse en tus amigos en la fe. Internet, entendida como una red de relaciones, nos brinda la posibilidad de entrar en contacto con una infinidad de personas y descubrir en ellas a grandes personas. Es en ese vínculo digital (y no por eso irreal) donde puede nacer la amistad y la fraternidad. Agradece a Dios por lo que te ha hecho pensar que Internet es un don de Dios: por los consejos que has dado o recibido, por los saludos, por las interminables conversaciones, por conocer a personas que te han sacado una sonrisa e, incluso, por esos momentos en que alguien te ha atacado por tu fe.
3.    Invoca al Espíritu Santo para que te ayude a ser un buen iMisionero: todos hemos recibido el llamado de ser discípulos y misioneros de Jesucristo, personas que salen a anunciar la alegría del Evangelio. Por eso es que el mundo digital se nos presenta como una posibilidad de llevar el mensaje de Cristo a todos quienes lo habitan. Y para poder cumplir con esta misión es necesario invocar el don del Espíritu Santo, ya que por nuestras propias capacidades no seremos capaces de hacer nada. Quizás tienes algo de temor de decir que eres católico en las redes sociales o, tal vez, te sientes poco preparado para anunciar el Evangelio en este ambiente ¡No temas! Pide a Dios que envíe sobre ti los dones del Espíritu y que te ayude a dar a conocer al mundo lo bello que es confiar en el amor y la misericordia de Dios. El mundo quiere testigos, no predicadores. Pide al Espíritu Santo que te ayude a mostrar a los demás cómo el Señor ha ido transformando tu historia y cómo Él te ha acompañado en el camino. Déjate guiar por Dios también en el mundo digital.

Espero, querido iMisionero, que estas recomendaciones te ayuden a hacer de Internet un aporte para tu vida cristiana ¡Ánimo y a lanzar las redes!

Salve Dios

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