“Tierra de las brumas”, é o convite do poeta para andarmos atentos ao belo.
À vida, onde se resume toda a beleza do criador.
Ótima semana para todos.
TIERRA DE LAS BRUMAS
Andando por amables senderos
Donde robles y pinos nos saludan
Y las flores de los campos no dudan
En diseñar el color de dulces tierras.
No se puede ignorar la naturaleza
Y chapuzar las aguas de los ríos
Donde nobles e amables gentíos
Disfrutan de su verde e su pureza.
Las montañas de curvas de mujer
Vestidas de colores del matorral
Que a la vista es dama especial
Es un cielo, una forma de querer.
El embrujo que toma nuestra mente
Los aires que vuelan desde el norte
Que le traen a la vida el soporte
Enamoro que se coge de repente.
El cantar de autóctonos animales
Merlos, gayos, pegas y carrizos
Zorros, conejos, cuervos, perdices
Haciendo casas en los matorrales.
Los arboles de tiernos gomos
Apuntan felices para el cielo
Hoja a hoja costuran verde velo
En cada una diferentes tonos.
En los valles bañados por regatos
Que se oyen a lo lejos murmurando
Las neblinas despacio desnudando
Deja a muestra los vigorosos matos.
El son del silencio de la noche
Con el cielo pintado de estrellas
Que la luna llegaba para verlas
Atravesando el cielo en su coche.
Las naranjas, castañas y las peras
Las manzanas, melocotones, cerezas
Rosas y hortensias de especial bellezas
Y los muros vestidos con las yedras.
Pequeños campos que se esconden
Porque los robles de brazos abiertos
Parajes de un pasado casi desierto
Si le dan tranquilidad ellos responden.
Las brumas de la mañana volitando
Sobre ramas, matorrales y flores
Llena el valle de fantásticos colores
Que emociona el senderista caminando.
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